Su llegada fue prematura. Ansiosamente esperada. Pero nos pillo por sorpresa. Una llamada telefónica, un coche alquilado y su representante chileno-francés sin el cual el viaje hubiera sido imposible. El tan anhelado punto de encuentro –al igual que la primera vez fue punto de encuentro para zanjar esta segunda cita– nada más y nada menos que un restautant de Renteria llamadoZuketz –regentado por una joven pareja que ha conseguido crear un espacio atractivo uniendo el diseño, el arte y la alta cocina y además al alcance de prácticamente cualquier bolsillo–. Una comida en la que –su representante– Bertrand Iratchet junto con los artistas chilenos Piguan, Nebs y Rayne3x1 se reunieron con Garikoitz. C. Murua, gestor y coordinador de las actividades de GKo Gallery, un espacio dedicado a la creación artística y a la intervención creativa de los jóvenes artistas de la zona relacionados en su gran mayoría con el Street Art.
En este segundo encuentro, se abordaron diversos temas relacionados con su estancia entre Francia y España, y en relación al trabajo que los chilenos han traído consigo desde su país natal. El volumen de su creación artística para el tour europeo es aproximado a 150 obras pictóricas que serán repartidas entre las galerías de Spacejunk en Grenoble, Bayonne y Saint-Maurice en Francia y GKo Gallery en España. De esas 150 piezas, GKo Gallery tendrá el privilegio de presentar un total de entre 40 y 60 en la sala que dispone.
Esta pequeña galería ubicada en la villa de Tolosa (Guipúzcoa) compartirá la presentación de los trabajos del colectivo KiltrV junto con las galerías francesas Spacejunk durante el próximo mes. Este proyecto constará de una serie de exposiciones en las que este colectivo chileno mostrará la fuerza e intensidad de su creatividad.
Tras la comida, llego el momento estelar; el colectivo KiltrV se dispuso hacia Tolosa para conocer la galería GKo y estudiar y considerar los espacios donde va a ser expuesto su trabajo. En el trayecto hacía la villa, el colorido y la frescura y pureza del territorio vasco cautivó a los artistas que destacaban la intensidad de la vegetación y el aspecto montañoso de Tolosaldea. A la llegada a Tolosa, quedaron maravillados por la belleza del casco antiguo o alde zaharra, recalcando en lugares como el viejo molino, la plaza del ayuntamiento, el zerkausi o la plaza nueva. Tras callejear por toda esta zona, el colectivo de artistas –junto con Bertrand y Garikoitz– se encaminó a la galería GKo donde se encontraron con Aritz Murua, Ibai Luque, Ainitze Velaz y conmigo.
Su sorpresa fue mayúscula. Sus ojos rebosantes de júbilo no podían dejar de observar el entorno y se perdían tanto dentro como fuera de la sala y exaltados comentaban decenas de detalles que a cualquiera de nosotros podían parecernos insignificantes. En esa aura de entusiasmo empezaron a cuadrar sus planes, todo marchaba según lo previsto y las proyecciones sobre sus futuros trabajos empezaron a desplegarse, invitando así al resto de personas que escuchábamos atónitos a crear con ellos. Evocando así conocimientos, vivencias, historias, técnicas, sentimientos, obras y propósitos que compartir.
Tras este intercambio cultural intercontinental, y tras el abastecimiento de los artistas chilenos de pintura, se despidieron para volver a Bayonne donde residen temporalmente y donde tendrán su primera entrevista con Jérome Catz y con Alban Morlot –encargados de Spacejunk–. Una acelerada despedida propia para un pronto reencuentro –¡Nos vemos el 8 de Mayo! –, que esperemos la siguiente vez sea un poco más prolongado.
Vanessa Ortega Arce
domingo, 19 de abril de 2009
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